En el presente artículo explicaremos qué es la sensibilidad química múltiple, sus síntomas, sus causas y detallaremos varias acciones para mejorar la salud de las personas afectadas por sensibilidad química múltiple: alimentación, tratamiento, recomendaciones para recuperar la salud y acciones de prevención de la SQM para la población general.
Qué es la SQM o sensibilidad química múltiple
La sensibilidad química múltiple (SQM), o intolerancia ambiental idiopática, es una enfermedad adquirida crónica por la que las personas afectadas reaccionan de manera anómala a la exposición a bajas dosis de productos químicos, tanto sintéticos como naturales.
Los productos químicos sintéticos son aquellos que no existían en la naturaleza y que han sido creados por los humanos, desde los años sesenta se han creado más de 4 millones diferentes.
Son por ejemplo, los pesticidas, los plásticos, los retardantes de llama, los aditivos alimentarios, entre muchos otros.
Los productos químicos naturales son aquellos presentes en la naturaleza, como pueden ser los aceites esenciales que tienen efectos biológicos muy potentes (nos pueden servir como terapia y pueden ser también tóxicos si están mal utilizados).
Otro ejemplo serían los metales pesados, la mayoría de los cuales estaban enterrados bajo tierra y los humanos los hemos extraído para varios usos, como las amalgamas dentales (un tipo de empaste que, por suerte, ya no se usa).
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La mayoría de personas tenemos una capacidad muy baja para eliminar los metales pesados del organismo donde se acumulan y dan problemas diversos.
Estas exposiciones provocan síntomas muy variables entre pacientes.
Los síntomas pueden durar más o menos en función de cada caso, de la situación y de cómo haya sido la exposición.
La sensibilidad química múltiple afecta varios órganos y sistemas del organismo. Habitualmente se acompaña de alergias e intolerancias alimentarias, así como reacciones adversas a varios fármacos.
A menudo las personas que la sufren tienen también otras enfermedades como la Fibromialgia, el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o la Electrohipersensibilitad, todas ellas englobadas bajo los Síndromes de Sensibilización Central (SSC).
Las personas afectadas por sensibilidad química múltiple sufren una fuerte alteración y limitación de la vida en todos los ámbitos.
Afecta principalmente a mujeres de mediana edad, a pesar de que cada vez observamos casos en personas más jóvenes.
Es una enfermedad de la cual todavía desconocemos mucha información, no tenemos parámetros que podamos medir en análisis de sangre u otras pruebas complementarias como radiografías o resonancias, etc. (no tenemos biomarcadores específicos). Y desgraciadamente, todavía no está reconocida por la OMS.
El diagnóstico es clínico en función de los síntomas descritos por los pacientes y haciendo la historia detallada de la exposición a productos químicos.
La sensibilidad química múltiple y sus causas
Las causas de la sensibilidad química múltiple son desconocidas, pero apuntan a un origen multifactorial, como en la mayoría de enfermedades crónicas, donde la exposición a productos químicos sintéticos (xenobióticos) tiene un papel fundamental.
Esta exposición puede ser tanto una exposición aguda (durante un periodo corto de tiempo) a dosis elevadas, como una exposición crónica a dosis bajas.
Aun así, hay múltiples causas que influyen en la aparición de la enfermedad:
- La capacidad del organismo de deshacerse de las sustancias tóxicas, determinada por la genética.
- El estado de la microbiota intestinal y de la barrera intestinal que generalmente está alterada.
- Las lesiones físicas como puede ser un latigazo cervical.
- Las infecciones previas.
- El estrés, entre otras.
En términos generales, parece que el organismo activa una reacción inflamatoria anormal que sensibiliza el cerebro, y esto comporta que se dé una respuesta nerviosa anormal.
El hecho de procesarlo de forma anormal, es lo que denominamos «centralización del dolor», e implica respuestas exageradas frente a estímulos que no deberían desencadenar respuesta o no deberían desencadenar una respuesta tan grande.
Además, parece claro que en la sensibilidad química múltiple hay una alteración (desregulación) en la interrelación de los sistemas endocrino, inmunológico y nervioso, puesto que estos están íntimamente ligados y, cuando uno falla, a largo plazo acaban fallando todos.
Diagnóstico y síntomas de la sensibilidad química múltiple
Para poder hacer el diagnóstico de sensibilidad química múltiple (SQM) es necesario que se cumplan 6 ítems:
- Los síntomas aparecen de forma repetida ante una exposición química en diferentes momentos.
- El proceso es crónico.
- Aparecen los síntomas aunque sea con niveles bajos de exposición.
- Los síntomas se presentan con múltiples productos químicos no relacionados entre sí. Por ejemplo, se puede dar cefalea (dolor de cabeza) y sensación de niebla mental ante la exposición a humos o a un alimento no tolerado.
- Los síntomas mejoran o se resuelven al cesar la exposición.
- Aparecen síntomas en 2 o más órganos o sistemas. Por ejemplo, una exposición puede dar cefalea y dolor muscular.
Los síntomas son muy variados. En muchas ocasiones los primeros síntomas que aparecen con la sensibilidad química múltiple son la reacción a los productos químicos.
Las personas pueden notar que les molestan, especialmente algunos olores de químicos, que tienen dolor de cabeza o náuseas después de estar en un centro comercial o utilizar productos de limpieza.
Tal como hemos dicho, es un proceso crónico con agudizaciones de la sintomatología producidas por la exposición a sustancias químicas y los síntomas que pueden aparecer son:
- Dolor de cabeza, migraña o sensación de opresión.
- Dificultad para pensar o concentrarse, alteraciones de la memoria.
- Malestar general, sensación de debilidad, astenia (cansancio), febrícula.
- Dificultad para respirar, tos, mucosidad, rinitis, irritación ocular.
- Molestias gástricas o intestinales (dolor, distensión), náuseas, flatulencias, estreñimiento o diarrea.
- Mareo.
- Dolor, rampas, rigidez o debilidad muscular, entumecimiento u hormigueo de las extremidades.
- Taquicardia, o arritmia, palpitaciones.
- Irritabilidad, nerviosismo, depresión, insomnio.
- Alteración del equilibrio o la coordinación.
- Dificultades en el enfoque visual.
- Erupciones cutáneas, urticaria, piel seca.
- Dolor pélvico, necesidad de orinar muy a menudo o urgente, alteraciones en la menstruación.
- Alteraciones en la percepción y tolerancia de la temperatura ambiental.
- Entre otros.
Las personas afectadas presentan reacciones anómalas a determinados alimentos, fármacos, plantas, vitaminas, oligoelementos, entre otros. Intolerancia a los estimulantes y al alcohol, a olores tanto de perfumes como de productos de limpieza.
También presentan empeoramiento de los síntomas con el estrés físico (actividad física) o emocional.
Todos estos síntomas pueden afectar múltiples aspectos de la vida del enfermo con fuertes limitaciones en su cotidianidad.
La mayoría de personas que sufren sensibilidad química múltiple han tenido que modificar su alimentación habitual, han tenido que dejar el trabajo o han sido despedidas, tienen muchas dificultades en la vida social por los químicos que llevan las otras personas y los síntomas que los provocan.
Todo esto hace que sea una enfermedad que se acompaña de bastante aislamiento social.
Tratamiento de la sensibilidad química múltiple
El tratamiento de la sensibilidad química múltiple tiene múltiples vertientes y es multidisciplinario:
1. Hacer un buen control ambiental
Para poder mejorar el estado de salud en personas que sufren sensibilidad química múltiple lo más importante es hacer un buen control ambiental, esto significa evitar todas las exposiciones tanto a químicos como campos electromagnéticos.
Los campos electromagnéticos son campos que se producen por la presencia de objetos cargados eléctricamente. Estos pueden ser tanto de origen natural (geopatías) como artificial (aparatos electrónicos).
Como hemos dicho anteriormente, las personas con SQM suelen sufrir otros Síndromes de Sensibilización Central y, en general, presentan también respuestas exageradas a la exposición a CEMs (electrohipersensibilidad).
Sea como sea, los CEM sobrecargan nuestro organismo y, en personas que ya están muy sobrecargadas, cómo son las que sufren sensibilidad química múltiple, conviene limitarlos aunque no presenten este trastorno concreto.
2. Mantener una buena salud digestiva
También es imprescindible una correcta salud digestiva, esto incluye:
- Cuidar de la salud bucodental en toda su dimensión y tratar posibles problemas (tratamientos que se hayan realizado, ausencia de piezas, gingivitis, oclusión…).
- Revisar si hay disbiosis intestinales con o sin patógenos asociados (hongos, parásitos…) y tratarlas.
- Comprobar si existen intolerancias, alergias y sensibilidades alimentarias y abordarlas de forma personalizada.
- Controlar si existe dificultad en la digestión por temas enzimáticos y tratarlas.
- Iniciar una correcta alimentación, en general estas personas se benefician de una dieta específica (y a la vez individualizada) llamada dieta rotatoria.
La dieta rotatoria para la sensibilidad química múltiple consiste en una alimentación muy variada haciendo rotación de los alimentos. La rotación se hace por alimentos y también por grupos de alimentos que son similares y podrían dar alergias cruzadas.
Por ejemplo, todos los lácticos estarían en el mismo grupo. La dieta rotatoria nos permite: mejorar el estado de los intestinos, detectar sensibilidades o intolerancias alimentarias y evitar que aparezcan de nuevas.
En nuestro Centro de medicina biológica e integrativa utilizamos el test genético de detoxificación hepática. Es un instrumento que nos indica de qué manera nuestro organismo elimina los químicos que ha ido acumulando.
Concretamente, se fija en la capacidad que tiene el hígado (el órgano encargado de sacar las toxinas del cuerpo) de eliminar los tóxicos que comemos, respiramos o nos ponemos a la piel y que nos pasan a la sangre.
En pacientes con sensibilidad química múltiple nos es muy útil en la hora de ver qué vías hepáticas hay que reforzar o qué es mejor no estimular. Así pues, sabemos de manera individualizada y personalizada cuáles son los químicos que les serán más perjudiciales, así como los alimentos que les convienen más o menos.
Es muy importante también apoyar al organismo con una correcta nutrición celular y apoyo mitocondrial con suplementos alimentarios.
Hay que tener en cuenta infecciones antiguas o silentes que pueda haber (entre las cuales encontramos la enfermedad de Lyme crónica).
3. Tener cura del estado general y emocional
La actividad física moderada (a veces imposible en estos pacientes) y la correcta gestión del estrés también serán herramientas relevantes para la recuperación.
Algunos pacientes se pueden beneficiar también de un tratamiento osteopático con un osteópata o un tratamiento fisioterapéutico suave e incluso de la terapia neural (a pesar de que la procaína no es tolerada por todos los afectados).
En nuestro centro, los médicos especialistas en sensibilidad química múltiple, nos ayudamos de la electoacupuntura de voll (EAV), tal como hemos explicado en el video anterior, como herramienta complementaria en el diagnóstico que nos ayuda a afinar en múltiples decisiones y en la personalización del tratamiento por la SQM.
Recomendaciones para personas con sensibilidad química múltiple
- Si sufres o crees que puedes sufrir sensibilidad química múltiple, recomendamos que te pongas en manos de un profesional especializado en medicina ambiental para tratar todos los puntos denominados en el apartado anterior.
- Haz un buen control ambiental. Es importante conocer dónde se encuentran los químicos y campos electromagnéticos para poderlos evitar, así como es importante tener alternativas.
Por ejemplo, una casa se puede limpiar con agua, bicarbonato y vinagre. Los profesionales especializados en medicina ambiental y las asociaciones de personas afectadas te podrán asesorar. - Procura crear una buena red de apoyo a tu alrededor, con personas que te entiendan, sean sensibles a tu situación y estén dispuestas a ayudarte.
- Mira de pedir, cuanto antes mejor, una incapacidad. Suelen ser procesos largos y con fuerte desgaste emocional.
- Contrata los servicios de un Geobiólogo para asegurarte de estar correctamente protegido o protegida de los campos electromagnéticos, tanto naturales como artificiales.
- Pregúntate si tu hogar continúa siendo un lugar correcto y, si no es así, plantéate cambiar cuanto antes mejor para encontrarte en un entorno que te permita recuperar la salud.
Las personas cono sensibilidad química múltiple se pueden beneficiar de vivir alejadas de zonas urbanas: en el bosque (no en el campo donde se emplean biocidas) o en zonas de playa poco habitadas, en zonas alejadas de áreas industrializadas, vías o estacionas de tren, aeropuertos, centrales y torres eléctricas.
Como prevenir la sensibilidad química múltiple
Existe, como en todo, una parte que escapa nuestro control.
No podemos controlar las exposiciones previas cuando decidimos prevenir una enfermedad como esta, ni podemos controlar la genética que nos ha tocado.
Una herramienta imprescindible para la prevención es el conocimiento: si conocemos el mal que nos pueden hacer determinados xenobióticos y donde se encuentran estos, sabremos cómo evitarlos.
Si tenemos en cuenta todos los aspectos que hemos enfocado en el tratamiento, sería lo que también convendría hacer como prevención.
Así pues, para prevenir la sensibilidad química múltiple es necesario:
- Minimizar las exposiciones a químicos y campos electromagnéticos, cosa que es especialmente importante durante los primeros mil días de vida (desde la concepción hasta los 2 años de vida).
- Ventilar diariamente nuestro hogar (5-10 minutos) para evitar la sobrecarga de químicos que se desprenden de los materiales con que están hechos la mayoría de los muebles que tenemos en las casas.
- Evitar productos cosméticos que lleven tóxicos y disruptores endocrinos.
- Tener una buena salud digestiva: hacer una alimentación saludable, ecológica y equilibrada. Adecuada a nuestras necesidades en cada momento de la vida y a nuestras particularidades (entorno, trabajo, intolerancias, sensibilidades, alergias…).
- Tomar suplementos alimentarios, recetados por un profesional, siempre que sea necesario.
- Dar refuerzo a nuestro sistema digestivo cuando lo necesite y tratar cuanto antes mejor las alteraciones que en él se puedan presentar.
- Tener una buena salud bucal, ponernos en manos de profesionales especializados en odontología ambiental que se aseguren de no ponernos materiales tóxicos en la boca y que sepan cómo retirar de manera segura los que ya tenemos.
- Hacer actividad física moderada de manera regular.
- Hacer una correcta gestión del estrés e intentar evitar situaciones que nos lo puedan provocar, procurando sufrir el mínimo.
- Si sufrimos una enfermedad infecciosa, procurar hacer una buena recuperación y, en caso de que no sea así, acudir a un profesional para poderlo trabajar.
- En personas con sospecha de susceptibilidad se puede hacer el test de detoxificación hepática, a pesar de que no podemos cambiar nuestra genética, sí que la podemos reforzar o modular la expresión.
Cómo hemos comentado en nuestro video de presentación, tenemos que cuidar nuestro organismo y minimizar la exposición a tóxicos, sea que sufrimos o no sensibilidad química múltiple.
Desde nuestro el Centro también reclamamos políticas para eliminar todos los químicos que están dañando nuestro organismo y nuestro planeta, así como que la OMS reconozca esta enfermedad.
El reconocimiento de la enfermedad y la eliminación de los tóxicos, mejorarían enormemente la calidad de vida de las personas que sufren sensibilidad química múltiple y de toda la población, puesto que, todos estos tóxicos, son, en parte, causa de enfermedades muy frecuentes como el cáncer, la diabetes, los problemas de tiroides, la infertilidad, el autismo, entre muchísimas otras enfermedades crónicas.
Artículo redactado por:
Sol Santos
Gracias por la divulgación y trato sobre la sqm.
Medicina Biològica
Gracias a ti por tu comentario, Sol. Para nosotras es fundamental poder dar a conocer una enfermedad tan invisibilizada y poco reconocida como esta. Y a la vez, concienciar de la presencia de tóxicos y cómo evitarlos para prevenir esta y otras enfermedades.
Cualquier difusión del artículo será muy bienvenida. ¡Gracias de nuevo!
Merce Pique
La neurofisiologa a la que acudo por problemas de insomnio severos me ha diagnosticado una hipersensibilidad quimica.
Es posible que solo me afecte en cuanto a medicamentos?
En tal caso, hay algun especialista que trate esta patología?
Muchas gracias,
Medicina Biològica
Hola Merce, es posible tu organismo no metile bien los fármacos que estás tomando, si este es el caso se deberían elegir otros fármacos de otras familias que sí acepte tu organismo. Esto no equivale necesariamente a una Sensibilidad Química Múltiple (SQM).
Desde nuestro punto de vista sería interesante hacerse una analítica del metabolismo de los fármacos a nivel emocional para saber qué reacción tiene tu cuerpo.
Si tienes dudas, puedes escribirnos a info@medicina-biologica.net o llamar al 934 19 17 16. ¡Un saludo!