La fuente de la salud, una aproximación a la medicina integrativa

La fuente de la salud, una aproximación a la medicina integrativa

En este libro hemos intentado plasmar nuestra concepción de la medicina y la salud, al tiempo que hemos tratado de explicar cómo trabajamos en nuestro centro médico. A menudo, nuestros pacientes nos plantean preguntas acerca de los tratamientos que les proponemos o respecto al diagnóstico, y lo que hemos intentado en el libro es responder, en la medida de lo posible, a dichas preguntas. Este trabajo nos parece esencial, pues el hecho de comprender el porqué de un tratamiento hace que el paciente se implique mucho más en su salud.

Para entender bien cómo trabajamos es importante comprender el subtítulo del libro, que dice así: una aproximación a la medicina integrativa. Si somos rigurosos, y pretendemos serlo, habremos de decir que medicina sólo hay una, si bien son distintas las herramientas que cada profesional puede elegir para trabajar según convenga en cada caso. De entrada pido disculpas por la división que haré de las medicinas, pero sólo se trata de una fórmula para entendernos mejor, porque, insisto, en realidad estamos hablando de las distintas ramas de un mismo árbol.

En el libro no hablamos en ningún momento de medicina alternativa ni tampoco complementaria porque no somos alternativa ni complemento de nada ni de nadie. Hablamos, eso sí, de medicina integrativa dado que lo que perseguimos es integrar nuestros conocimientos, tanto de la llamada medicina convencional u oficial como de la medicina natural o biológica. Por eso, además de utilizar herramientas como la dieta, la osteopatía, la terapia neural o la reflexología podal, en determinadas ocasiones aconsejamos a nuestros pacientes que tomen un antibiótico o que sigan el tratamiento que les dicte su oncólogo, por no citar sino dos ejemplos muy frecuentes.

A parte de los múltiples conocimientos que nos ofrece la medicina convencional, la medicina integrativa incluye toda la amplia rama de la medicina biológica. Ésta se deriva de la medicina naturista clásica y sus principios básicos son, por un lado, la percepción del cuerpo como un todo unificado, indivisible y relacionado entre sí a la manera de una trama, y no como la unión de las partes; y, por otro lado, el reconocimiento de la capacidad autocurativa que el propio organismo posee, es decir, la vis medicatrix naturae que nosotros hemos dado en llamar, justamente, la fuente de la salud. Además, la medicina integrativa entiende que salud y enfermedad no son dos realidades antitéticas, sino un continuum o equilibrio. De ahí que digamos que una enfermedad raramente será producida por una sola causa, sino que siempre será la consecuencia de todo un cúmulo de factores conducentes al desequilibrio de nuestra salud. Esta visión holística y autocurativa de la medicina biológica acostumbra a plasmarse en tratamientos menos lesivos para el cuerpo, porque el objetivo es ayudar al organismo a autosanarse, siempre y cuando ello sea posible, usando un amplio abanico terapéutico menos agresivo que el habitualmente utilizado.

Otro punto clave en nuestra forma de concebir la medicina y en nuestra praxis médica es que el paciente nunca es un sujeto pasivo que se limita a ingerir una pastilla, pongamos por caso, o a someterse sin más a un determinado tratamiento. El paciente debe comprometerse con su propia salud y esforzarse para conservarla. Y es que por mucho que recetemos suplementos alimentarios, por ejemplo, si alguien no come correctamente acabará enfermando de nuevo. Así pues, La fuente de la salud es un libro dirigido a los pacientes para que puedan comprender más profundamente en qué consiste la salud y qué debemos hacer para preservarla.

Doctora Padma Solanas Noguera

Related Posts